La práctica de deportes de invierno sin la protección visual adecuada puede producir ‘ceguera de la nieve’
El 20% de los usuarios que practican este tipo de actividades sin proteger su visión padecen inflamaciones oculares
Cádiz, 9 de febrero de 2010. Las bajas temperaturas y las recientes nevadas caídas en los últimos días han provocado un aumento en las visitas a las estaciones de esquí, tanto andaluzas como nacionales. Por este motivo, la delegación de Cádiz del Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla (CNOOA) informa de que la falta de protección de la visión durante la práctica de deportes de nieve, como esquí, snowboard o patinaje sobre hielo, puede producir la denominada ceguera de la nieve.
Según Francisco Fernández, delegado en Cádiz del CNOOA, se trata de “una inflamación del tejido que cubre el blanco del ojo y la parte interior de los párpados (oftalmía), y de la córnea (queratitis). Este problema suele afectar a alrededor del 20% de los usuarios que practican actividades en la nieve”.
La entidad colegial explica que la luz del sol, al reflejarse en la nieve, hace que estemos expuestos a una gran cantidad de radiación ultravioleta. Una importante penetración de esta nociva radiación podría producir la conocida ceguera de la nieve. Este problema, aunque no implica pérdida de visión, puede dar lugar a corto plazo a síntomas como dolores de cabeza, conjuntivitis o fotofobias anormales, y a largo plazo, a cataratas y problemas en retina antes de los 50 años.
Los síntomas son un fuerte dolor, la sensación de tener arena en los ojos, lagrimeo, intolerancia a la luz y espasmos de los párpados al contacto con la claridad, así como disminución de la agudeza visual y ojos rojos. “Para disminuir el tiempo de duración de los síntomas de la oftalmia es aconsejable cerrar los ojos y permanecer en reposo en un lugar oscuro, o utilizar gafas muy oscuras o vendaje ocular, no frotar los ojos y evitar las lentillas durante algunos días, además de acudir a la mayor brevedad posible a un especialista de la visión”, explica el delegado en Cádiz del CNOOA.
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla indica que, aunque se piensa que el peligro de la exposición a los rayos del sol viene provocado por las altas temperaturas, lo que realmente hay que tener en cuenta es la intensidad de la radiación solar, y no la del calor. En este sentido, la entidad colegial destaca que es precisamente en invierno cuando se alcanzan valores de mayor intensidad solar.
Algunas recomendaciones del Colegio
Proteger la visión adecuadamente durante la práctica de deportes de nieve resulta esencial, al igual que es necesario proteger la piel con cremas de alta protección solar. Para ello, a la hora de elegir unas gafas de sol, es necesario tener en cuenta qué actividad se va a realizar y cuál es la mejor protección. Esta protección viene indicada en las lentes con un número entre 0 (menor protección) y 4 (máxima protección). Para las salidas al campo o a la playa, y para deportes marítimos y de invierno, es recomendable un nivel de protección 3 o 4. Además, si las lentes están polarizadas, disminuye el 50% de la intensidad de la radiación ultravioleta que llega al ojo. En cualquier caso, el CNOOA aconseja acudir a un centro especializado para que sea siempre un óptico-optometrista quien aconseje la protección adecuada.