miércoles, 18 de octubre de 2017

AL-ANDALUS, FEDERACIÓN ANDALUZA DE CONSUMIDORES


En la celebración del Día de la Alimentación

AL-ANDALUS insiste en la importancia de realizar un consumo responsable de la comida 

La alimentación es una necesidad básica del ser humano, en torno a la cual se dan múltiples variables que afectan a los consumidores desde el punto de vista sanitario (exceso o defecto, calidad y seguridad de los alimentos durante los procesos de producción, manipulación, transporte, conservación…), económico (precio, disponibilidad, publicidad, comercialización…), medioambiental (en cuanto a las formas de producción, uso de productos químicos, consumo de agua y recursos naturales, gestión de residuos…) etc.


Según la FAO en la actualidad se producen suficientes alimentos para abastecer a toda la población mundial, sin embargo hay más de 850 millones de personas que pasan hambre, mientras que aproximadamente 1.400 millones de personas padecen sobrepeso u obesidad a causa del reparto poco equitativo de recursos.

El ritmo de producción global de alimentos está esquilmando los recursos de nuestro planeta y aumentando los niveles de contaminación. Sobre esto debemos saber, además, que se estima que un tercio de todos los alimentos que se producen destinados a los seres humanos en el mundo se pierden o desperdician, lo que supone unas 1.300 toneladas al año.

Ante esta situación, con motivo de la celebración el 16 de octubre del Día Mundial de la Alimentación, la Federación AL-ANDALUS quiere llamar la atención de las personas consumidoras sobre las circunstancias que rodean a esta necesidad básica del ser humano e incitarles a tomar conciencia sobre como nuestros actos individuales afectan en mayor o menor medida a nuestro entorno más inmediato, pero también a la generalidad del planeta.

En nuestros hábitos de consumo de alimentos debemos adoptar un papel activo, que parta del conocimiento y del análisis crítico de las situaciones que propiciamos, de las que somos partícipes o testigos. Debemos ser consumidores responsables, lo que implica apostar por la sostenibilidad de los productos y sistemas de producción y tener en cuenta las repercusiones que sobre nuestra salud y la del entorno tienen nuestro hábitos, así como su incidencia en la sociedad y en otros habitantes del planeta.

En este sentido la Federación AL-ANDALUS está desarrollando una campaña de información y concienciación en toda Andalucía, con el apoyo de  la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, para promover un consumo responsable, sostenible, poniendo el acento en el aspecto de la alimentación, por ser un ámbito en el que los consumidores tienen mayor capacidad de elección. Esta campaña continúa con el propósito de la que se desarrolló en el ejercicio anterior para concienciar sobre el despilfarro de alimentos.
¿Cómo puedo ser un consumidor responsable de alimentos?
  • Siguiendo unas pautas de alimentación saludable
  • Informándome sobre el origen y la composición de los alimentos.
  • Comprando sólo aquellos alimentos que vaya a consumir.
  • Apostando por unos alimentos cuya producción conserve los recursos naturales, acorte los canales de comercialización acercando al productor al consumidor, preserve los métodos de producción tradicionales y la diversidad de productos locales y regionales, reporte una remuneración justa a los productores, genere menos residuos y menos contaminantes, y favorezca el desarrollo local.
  • Rechazando los alimentos con exceso de envases y gestionando bien los residuos.

Los principios para una alimentación saludable son:
  • Adaptar las cantidades de alimentos y calorías a consumir a nuestras necesidades. Deberemos tener en cuenta tanto las condiciones externas (clima, gastronomía) como personales (edad, peso, estado de salud, tipo de trabajo, actividad física)
  • Reducir el consumo de alimentos excesivamente energéticos y aquellos de menor efecto saciante.
  • Hay que comer todo tipo de alimentos, pero en cantidades adecuadas.
  • Debemos primar el consumo de alimentos de tipo vegetal, porque aportan fibra, vitaminas y minerales.
  • Limitar el consumo de alimentos excesivamente grasos.
  • Dar preferencia al consumo de pescado sobre las carnes.
  • Asegurar un adecuado aporte de lácteos
  • Consumo frecuente de frutas.
La dieta mediterránea recoge estos principios básicos.


                                                                                                                                                                     Gabinete de Comunicación
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