miércoles, 11 de octubre de 2017

AL-ANDALUS, FEDERACIÓN ANDALUZA DE CONSUMIDORES

Cómo descubrir el azúcar oculto en los alimentos

Cada día consumimos cientos de productos, y cada día nos impactan miles de mensajes comerciales y publicitarios. En la elección de compra de los productos la etiqueta juega un papel muy importante en la decisión de compra del consumidor y rara vez ninguna de las palabras allí incluidas ha sido dejada al azar. Se cuidan los textos al milímetro y nosotros como consumidores desconocemos que algunas palabras tienen un sentido exacto y que no deja lugar a las interpretaciones.

Evidentemente, el azúcar es uno de esos componentes que son importantísimos en el etiquetado de los productos, puesto que la población cada vez más concienciada con la alimentación saludable y con los buenos hábitos de vida, trata de evitar los excesos de azúcar consumiendo productos con poca cantidad o libre de ella.
A la hora de consumir productos azucarados debemos recordar que:
La ingesta de azúcar de referencia orientativa para adultos, se fija según la OMS en 50g/día para una dieta diaria de 2000 kcal y en el caso de los niños en unos 37 gramos al día.
En cuanto al contenido en azúcar de los productos debemos saber que:
·         Se considera alto 10 gramos o más de azúcar por cada 100 gramos.
·         Se considera moderado entre 2 y 10 gramos de azúcar por cada 100 gramos.
·         Se considera bajo menos de 2 gramos de azúcar por cada 100 gramos.

Las declaraciones nutricionales nos indican la cantidad de azúcar que contiene un producto
Todas las declaraciones que se incluyen en el etiquetado de los productos están sujetas a una estricta normativa de la UE que indica con detalle cómo ha de ser un producto para poder declararlo bajo una determinada declaración. Relativas al azúcar existen tres declaraciones:
BAJO CONTENIDO EN AZÚCARES
Bajo esta declaración el fabricante sólo podrá incluir productos que no contengan más de 5 g. de azúcar por cada 100 g. de producto  si son sólidos o 2,5 g. por cada 100 ml si son líquidos. Se trata de productos que sí llevan azúcar pero cuya concentración es baja.

SIN AZÚCARES
Esta es la denominación más estricta aunque puede llevar pequeñas cantidades de azúcar que pueden venir de cualquiera de los componentes utilizados. El volumen total permitido para declarar un producto como sin azúcar es de 0,5 g. por cada 100 g. de producto o 100 ml si es un producto líquido.

SIN AZÚCARES AÑADIDOS
Esta declaración es un poco diferente a las anteriores. En este caso, el fabricante podrá indicarnos este texto si no ha añadido ningún azúcar (monosacáridos o disacáridos) y si no ha utilizado ningún otro alimento para su elaboración que esté allí por sus propiedades edulcorantes. Si el producto tiene azúcar naturalmente presente proveniente de los alimentos utilizados como por ejemplo frutas, podrá declararse como sin azúcares añadidos, pero en este caso deberá indicar "contiene azúcares naturalmente presentes".

 

eL ESTRATEGIAS DE LA INDUSTRIA PARA ENGAÑARnos

1) Cambian las palabras
La industria sabe que cuanta más azúcar utilice más aumentan las ventas, de ahí que haga todo lo posible por seguir utilizando cantidades ingentes, pero dándole múltiples nombres para hacerla menos visible ante los ojos del consumidor: fructosa, dextrosa, glucosa, lactosa, galactosa (casi cualquier cosa terminada en -osa es azúcar), maltodextrina, melaza, jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, azúcar pulverizada, maíz dulce, azúcar invertida,  jarabe de arce, almíbar, jugo de caña… cualquiera de estos nombres es equivalente a azúcar (o peor). 

2) Separan los ingredientes
Dado que los fabricantes deben listar los ingredientes por orden de importancia, y no está bien visto que el azúcar figure en los puestos de cabeza, una técnica muy usada es incluir distintos tipos de azúcar, de tal manera que reducen la cantidad de cada uno, logrando que estos ingredientes aparezcan más abajo en la lista. Obviamente es una artimaña, la cantidad de azúcar que se come es la misma.

Por ejemplo, para evitar que el azúcar aparezca como primer ingrediente en una chocolatina, el fabricante puede dividir los 15 gramos de azúcar que aporta en 5 gr de azúcar ‘normal’, 5 gr de jarabe de maíz y 5 gr de glucosa. Ahí están, 15 gr de azúcar pero menos visibles.

3) Juegan con las porciones.
Una estrategia para que comamos más alimento es hacer las porciones mayores. El fabricante es libre de hacer el paquete del tamaño que quiera, y decidir cuál es la porción. A partir de aquí la normativa le permite declarar únicamente las calorías por porción, azúcares por porción, etc. También puede incluir cantidades por 100 gramos, pero esto sólo lo suelen hacer cuando el tamaño de la porción es mayor, para que los números parezcan más pequeños.

En este caso, para saber la cantidad de azúcar que realmente se toma se debe multiplicar los números de la porción por el contenido real que se consume. 


4) Sin azúcar / Bajo en azúcar / bajo en carbohidratos
Añadir dulzor a los alimentos aumenta las ventas, por tanto cada gramo de azúcar que se reduce suele implicar un aumento en la cantidad de endulzantes artificiales.

Hay algunos chocolates sin azúcar donde el principal ingrediente es maltitol (un tipo de polialcohol). Es decir, al ingerirlo se come maltitol  con sabor a chocolate. El maltitol es uno de los edulcorantes menos problemáticos, pero no deja de ser un engaño.

5) Productos reforzados

Un ejemplo podrían ser los cereales de desayuno. Al fin y al cabo el paquete proclama con grandes letras que están enriquecidos con muchas vitaminas y hierro. Por supuesto intentan esconder que gran parte de lo que se come es azúcar. Sería mejor tomar alimentos que ya tengan vitaminas y hierro de manera natural y no añadidos durante un proceso de producción.