Ubrique celebra las Cruces de Mayo que dan comienzo a la “Crujía de gamones”
“Es un pueblo pequeñito de gran fama mundial donde se trabaja en cuero, sin faltar a la moral…” cantan las muchachas mientras se columpian entre los balcones de las callejuelas de Ubrique, que cada mes de mayo celebra en la Sierra de Cádiz, la “Crujía de gamones”, una fiesta declarada de Interés Turístico de Andalucía en 2008.
Los gamones son una planta de tallo largo y raíz gruesa que antaño se utilizaban para ahuyentar a los lobos de la Sierra de Cádiz. Para ello los vecinos calentaban los gamones y al golpearlos contra las piedras sonaba un estallido que más que una planta parecía un petardo. También cuenta la leyenda, que el origen de esta tradición se remonta a la ocupación francesa en España, cuando las tropas de Napoleón intentaron invadir Ubrique.
Los vecinos del pueblo huyeron a la Sierra y desde allí explotaban los gamones contra las rocas, para que los soldados enemigos creyeran que estaban bien armados. Desde entonces y cada tres de mayo, con el comienzo de las Cruces de Mayo, los ubriqueños adornan las calles del pueblo y preparan multitud de hogueras con muebles y maderas viejas. En ellas se colocan los gamones para explotarlos golpeándolos contra una superficie dura.
Jóvenes y mayores recolectan leña y viejas maderas durante horas. Posteriormente, al atardecer, se van encendiendo las candelas donde se calentarán los gamones. Con el tiempo, los rasgos generales de esta celebración no han cambiado aunque se han ido añadiendo otros. Orquestas, cantes y bailes flamencos amenizan también esa noche y múltiples asociaciones preparan bebidas y platos típicos de la tierra, como los gañotes.
La celebración se complementa con exposiciones de la Guerra de la Independencia, mercadillos y actuaciones musicales. Antes como ahora, se colocan columpios entre los balcones de las calles, para que los jóvenes columpien a las chicas, mientras se cantan canciones populares. Acercarse a esta peculiar fiesta es una oportunidad estupenda para conocer también el centro histórico del municipio de Ubrique, declarado Bien de Interés Cultural en el año 2003.
Ubrique y su radio de acción factura cada año unos 50 millones de euros en exportación de su producto estrella: los trabajos de artesanía de la piel que han forjado la identidad de Ubrique y cuya evolución se pueden contemplar en un Museo. Firmas como Loewe, Dior, Givenchy, Dunhill, Purificación García o Carolina Herrera han confiado en el buen hacer de los artesanos de este pueblo serrano. Así que darse una vuelta por las tiendas de Ubrique puede ser una buena oportunidad para encontrar para adquirir productos de calidad con el mejor diseño. Además, el entorno de Ubrique cuenta con numerosas rutas naturales a través del parque natural de la Sierra de Grazalema con las que el visitante puede disfrutar de los paisajes y la gastronomía del interior de la provincia de Cádiz.