#ConsumoResponsable
¿Un futuro sin
plástico?
La semana
pasada la Unión Europea llamó la atención sobre el grave problema
medioambiental y para la salud que supone la contaminación por plástico. “Cada
segundo, 700 kilos de plástico se vierten a nuestros océanos. En 2050, habrá
más plástico en el mar que peces. Ahora bebemos y respiramos microplásticos y los encontramos en las
criaturas vivas”, así de claro lo expresó el vicepresidente primero de la
Comisión, Frans Timmermans.
Para paliar
esta realidad, el gobierno comunitario ha presentado la primera estrategia europea sobre los plásticos. Su objetivo
central es garantizar que en 2030 todos
los envases de plástico en la UE sean reciclables o reutilizables. En la
actualidad, los europeos generamos 25 millones de toneladas al año de residuos
de plástico, pero menos del 30% se recogen para el reciclado. En todo el mundo,
el plástico representa el 85% de los residuos en las playas.
Se están
estudiando diversas medidas para frenar esta situación, entre las que se contempla
la imposición de tasas, que no cuenta con un apoyo generalizado. Otras
iniciativas que se están estudiando son:
·
Apostar
por el reciclado. En
2019 se aprobarán medidas para mejorar la reciclabilidad de los plásticos
utilizados e incrementar la demanda de plásticos reciclados.
·
Reducir
los residuos plásticos. Se pretende, por ejemplo, que en 2026 cada europeo consuma 40
bolsas de media.
·
Restringir
los microplásticos. Los
microplásticos son las partículas de plástico de menos de cinco milímetros que
acaban en las aguas superficiales y el medio ambiente marino, y llegan hasta la
comida y la bebida, con consecuencias para la salud que todavía se desconocen.
Bruselas quiere prohibir que se utilicen como componentes de determinados
productos como los cosméticos, las pinturas o los detergentes. También impondrá
etiquetas para los plásticos biodegradables y compostables.
·
Acabar
con la basura marina. A
través de una directiva se obligará a los puertos de la UE a dotarse de
instalaciones para la recogida y el tratamiento de los residuos de plásticos
generados en los buques o recogidos por ellos en el mar.
·
Fomentar
la inversión y la innovación. Se tratará de producir
materiales plásticos más inteligentes y fáciles de reciclar, hacer que los
procesos de reciclaje sean más eficientes y controlar y supervisar las
sustancias nocivas y los contaminantes de los plásticos reciclados.
Mientras todo esto empieza a dar resultados,
¿qué podemos hacer las personas consumidoras?
·
Reducir la
adquisición de productos envasados en plásticos.
·
Evitar las
bolsas de un solo uso.
·
Utilizar
envases de cristal u otros materiales.
·
Reducir el
consumo de productos de usar y tirar
·
Apostar por
elementos fabricados con plásticos reciclados.
·
Depositar los
residuos de plástico en el contenedor correspondiente.
Debemos saber más sobre el reciclado de los
plásticos
Los
residuos plásticos que se recogen selectivamente, se clasifican por familias (PET,
LDPE etc.). En España existe capacidad y tecnología para reciclar todos los
tipos de plásticos e incluso para reciclar mezclas de plásticos.
Para
valorizar los plásticos como materia prima existen dos tipos de reciclado, el
mecánico y el químico. El primero se aplica principalmente a los plásticos
procedentes de la agricultura y los envases, siendo los índices de reciclado
altos debido a la calidad y disponibilidad de residuos limpios y homogéneos.
En
otros casos, cuando se trata de un residuo plástico mezclado, compuesto sobre
todo por residuos sucios, o contaminados con restos de alimentos, se aplica el
reciclado químico, que es exclusivo de los plásticos y consiste en un proceso
que descompone las moléculas de polímeros en materias primas petroquímicas que
se pueden utilizar, entre otras cosas, para fabricar nuevos plásticos. El
producto que se obtiene es de más baja calidad que el virgen, siendo más
competitivos cuando entran en mercados finales tipo símil-madera (vallas,
palets, bancos, papeleras, etc.) o símil-metal (bolardos).
La
valoración energética
Otra
forma de sacar partido a los residuos plásticos, cuando no es viable el
reciclado mecánico o químico, es como fuente de energía, para obtener
electricidad o calor. Los plásticos tienen un contenido energético similar al
fuel-oil y al gas natural y superior al carbón.
Existen tres rutas para el
aprovechamiento del contenido energético de los residuos plásticos, combustión
en incineradoras municipales de residuos sólidos y como combustible alternativo
en las centrales térmicas y en las cementeras.