ConsumoResponsable
Evita las bolsas de plástico,
no hagas más daño al medio ambiente
El próximo año ya no habrá bolsas de
plástico gratis en los comercios
El gobierno está preparando un Real
Decreto que entrará en vigor a primeros de 2018 y prohibirá el suministro
gratuito de bolsas de plástico en las tiendas, además de subir el precio de las
que ya se cobran. Se pagará por las bolsas entre 5 y 30 céntimos.
Con esta medida se adapta una directiva
europea que pretende la reducción del uso de bolsas de plástico, para evitar el
deterioro que los residuos de las mismas provocan en el medio ambiente.
Las primeras bolsas de plástico llegaron
a los comercios españoles en los años 70, y desde entonces su número no ha
parado de crecer. La utilización de este tipo de contenedores se ha convertido
en una práctica cotidiana entre los ciudadanos, tanto es así que rara vez nos
paramos a pensar en las consecuencias que conlleva su consumo excesivo.
Ignoramos, sobre todo, los graves problemas medioambientales que suponen la
producción y desecho de las toneladas de bolsas de un solo uso que se emplean a
diario.
Datos
que alertan de la situación:
-
Cada español utiliza anualmente unas 135 bolsas de
plástico de un solo uso, lo que supone miles de toneladas de residuos, de los
que sólo se recicla el 10%.
-
La producción de estos contenedores precisa de
agua, energía y petróleo. De esta forma, se puede decir que contaminan durante
su fabricación, pues se consume gran cantidad de recursos y se emite toneladas
de CO2, principal causante del cambio climático. Además, esta
contaminación no se compensa con su utilidad, puesto que las bolsas tienen de
media una vida útil de 15 minutos.
-
Las bolsas tardan en degradarse entre 100 y 400
años. Al descomponerse, siendo su principal materia prima el petróleo, se
convierten en tóxicos que contaminan suelos y acuíferos.
-
Las bolsas matan a miles de animales que las
confunden con alimentos y mueren tras su ingesta asfixiados o atrapados en
ellas.
Medidas
planteadas para frenar el problema:
El consumo desorbitado de bolsas de
plástico genera un impacto medioambiental a nivel mundial, es por ello que
muchos países están tomando medidas al respecto. A nivel europeo, Bruselas
establece que los Estados miembros deberán limitar el consumo de bolsas a 90
unidades anuales por persona antes de 2020 y a 40 bolsas desde 2026 o
garantizar que no sean gratuitas antes del 31 de diciembre de 2018.
En 2011, el gobierno andaluz implantó
medidas para atajar el problema gravando con una tasa disuasoria el consumo de
las bolsas, que se aplica de la siguiente forma:
·
Los consumidores pagan por cada bolsa de
plástico no reutilizable o biodegradable 0,10 euros, en concepto de impuesto, desde
2012.
·
Además del importe de la tasa, los
establecimientos son libres de cobrar un precio comercial por las bolsas. El
consumidor debe ser informado sobre
estos dos conceptos en el tique de compra o factura.
·
Estarán exentas del impuesto las bolsas que
se suministren con el pescado fresco y sus derivados, la carne y sus derivados,
las frutas y hortalizas, los alimentos cocinados fríos y calientes, y los
alimentos congelados, siempre que estos productos no estén previamente
envasados.
·
Tampoco se aplicará la tasa a las bolsas de
plástico diseñadas para su reutilización, ni a las biodegradables.
Con el propósito de evitar el problema
medioambiental que provocan las bolsas de plástico, la Federación AL-ANDALUS
dentro de la campaña para promoción de un consumo responsable, sostenible, solidario para el ejercicio 2016 que está desarrollando con el apoyo de la
Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, propone que se busquen alternativas a las bolsas de un solo uso porque son prescindibles y fácilmente reemplazables por:
·
Los bolsillos o
bolsos,
para transportar objetos pequeños.
·
Cestas, bolsas de
tela o de materiales resistentes, que permitan gran
cantidad de usos.
·
Carritos de la compra, para transportar mayor
volumen de productos y más peso.
·
Bolsas de plástico
reutilizables, cuya
resistencia permite un mínimo de 15 usos.
·
Bolsas
biodegradables, producidas
con materiales que provocan un menor impacto ambiental al no tener como materia
prima el petróleo.
Gabinete
de Comunicación