Apuesta
por comidas navideñas más responsables
Estos eventos implican un
aumento de las compras de productos alimenticios, la elaboración de multitud de platos y el
incremento de residuos.
Las comidas son unas de las
grandes protagonistas de las fiestas navideñas, pues se convierten en la escusa
para la reunión con familiares y amigos. Estas celebraciones implican una serie
de preparativos que suponen, en la mayoría de las ocasiones, un gran trabajo
para los anfitriones además de un importante desembolso económico y por
supuesto un aumento considerable de los residuos domésticos.
Ante este panorama, desde
la Federación de Consumidores AL-ANDALUS, ofrece una serie de recomendaciones
para hacer una gestión más eficiente de los alimentos y de los recursos en este
capítulo de las celebraciones, ahorrando algo de dinero:
Planificar el menú teniendo en cuenta las características y el
número de comensales.
Antes de comprar, revisar lo
que se tiene almacenado.
Hacer la compra ateniéndose a una lista que se hará
previamente.
Evitar adquirir alimentos innecesarios.
Apostar por los productos de temporada.
Leer la fecha de caducidad
o consumo preferente antes de comprar.
Utilizar los alimentos que
tengan menos periodo de vida
Tener en cuenta las condiciones de uso y conservación.
No descartar una hortaliza o fruta porque presente un
aspecto poco estético ya que, esto no supone un riesgo para la salud.
Aprovechar frutas y hortalizas para hacer bases de
caldo, macedonias, batidos, compotas…
Tener en cuenta que los alimentos alargan su vida
mediante la congelación y el cocinado.
A la hora de cocinar tener en cuenta el número de comensales.
Servir raciones pequeñas. Vale más repetir que tirar.
Aprovechar la comida sobrante, congelándola o haciendo
en los días siguientes distintos platos (pudines, cremas y purés, croquetas y
rellenos).
En cuanto a los productos
más típicos de estas fiestas, prestar especial atención a su etiquetado, donde
se hace referencia a sus características o
categorías, lo que suele ir relacionado con su precio. Tal es el caso
del jamón, el marisco, el pescado o las carnes y por supuesto el turrón.
Otras
cuestiones que debemos tener en cuenta es el consumo energético que en estos
días se dispara, tanto en la cocina como en la decoración de los hogares y en
la climatización. Así pues:
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Intentemos ahorrar energía con el horno,
un electrodoméstico sin duda sobreutilizado en estos días de fiesta,
empleándolo para preparar más de un plato al mismo tiempo. También es buena
medida evitar abrirlo a menudo para comprobar la marcha del asado (cada vez que
se abre se pierden entre 25 y 50 grados) y recuerde que, en ocasiones, no es
necesario precalentarlo antes de introducir el alimento.
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En cuanto a la climatización de la
vivienda, evitemos calentar las habitaciones que no serán utilizadas durante la
celebración.
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Otro elemento que también consume
bastante energía en estos días es el alumbrado navideño. Seamos comedidos en
este capítulo, encendiéndolo solo cuando vayamos a disfrutar de él y en la
medida de los posible prescindamos de la iluminación exterior, pues aumenta la
contaminación lumínica ya de sí excesiva en estos días.
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Las cenas de Navidad generarán kilos de
basura, por lo que en deberíamos en la medida de lo posible evitar los
productos con embalajes excesivos, las
latas, los plásticos y los productos de "usar y tirar", además de
separar los residuos que generemos para su posterior reciclado.