06 de mayode 2016
Evita los engaños con la información
AL-ANDALUS te da las pautas para evitar revisiones del
gas fraudulentas, además de advertir sobre el abuso en la propina por la compra
de la bombona.
A diario los
consumidores estamos expuestos a prácticas contrarias a nuestros legítimos
intereses, e incluso a fraudes: Venta de productos con existencias limitadas o
que nunca llegaron a existir, falta de información básica sobre productos,
cobros indebidos, estafas financieras, etc.
Paradójicamente,
muchas de estas actuaciones son socialmente aceptadas, considerándose parte de
una picaresca mal entendida y arraigada en nuestra cultura. Aunque la mayoría
no provocan daños o perjuicios relevantes, sí atentan contra nuestros derechos
fundamentales.
Algunos de ellos
están relacionados con un suministro como puede ser el gas donde podemos
encontrar prácticas abusivas tanto en temas de revisiones e incluso en el mismo
cobro de la bombona que nos llevan a domicilio. Desde AL-ANDALUS, informamos a
los ciudadanos sobre cómo evitar este tipo de fraudes, y en el caso de que
sucedan, saber cómo solventarlos.
Revisiones fraudulentas de gas
Muchos han sido los
andaluces que han sido estafados por el denominado “timo de la goma de butano”,
la mayoría de ellos personas mayores que viven solas y se muestran confiadas.
Se presenta en el
domicilio un supuesto revisor del gas que enseña una acreditación falsa y que,
argumentando la obligatoriedad que tiene el propietario del inmueble de
mantener en buenas condiciones su instalación y el riesgo que supone el
deterioro de cualquiera de los elementos que la componen, convence al usuario
para que le deje entrar y hacer la revisión.
Para justificar la
utilidad de su servicio suelen sustituir algún elemento de la instalación,
normalmente la goma o manguera que une la bombona con la instalación, aduciendo
que está en mal estado o caducada. Tras esta operación, el usuario agradecido
por haberle evitado ser víctima de una intoxicación por inhalación de gas o
algo peor, como una explosión, le abona la cantidad que el falso revisor le
requiere por una revisión que carece de validez e incluso puede poner en
entredicho su seguridad al haberse manipulado algunos elementos de la instalación
por personal no cualificado.
También se da el
caso de empresas que, para predisponer a los usuarios a aceptar sus servicios y
contrarrestar los recelos que éstos puedan tener, dejan cartas en los buzones
de los usuarios advirtiendo que en unos días un operario se pasará por su
domicilio para hacer la revisión. En la misiva suelen utilizar los logotipos de
las empresas suministradoras de gas y mencionar que son entidades colaboradoras
de las mismas.
Para evitar ser
estafados por los falsos revisores del gas, los usuarios debemos saber que:
•
Es nuestra
obligación mantener en perfecto estado de conservación la instalación receptora
de gas, para lo cual deberemos revisarla periódicamente cada 5 años.
•
Podemos acudir
libremente a cualquier empresa instaladora autorizada por la administración
competente. La elección es nuestra. Es conveniente consultar precios y
desconfiar de quien llame a nuestra puerta ofreciendo estos servicios sin que
se hayan solicitado.
•
Estamos en
nuestro derecho de exigir la presentación de documentación acreditativa a
aquellas personas que se presentan en calidad de revisores o instaladores.
•
Sólo serán
válidos, a efectos de revisión, los servicios prestados por empresas e
instaladores autorizados por la correspondiente administración competente.
•
Una vez realizada
la revisión, el instalador extenderá un certificado acreditativo por triplicado
cuyo original corresponde al usuario, quien deberá hacer llegar una copia a la
empresa suministradora.
•
Siempre debemos
solicitar factura de las cantidades abonadas, ya que es fundamental en caso de
que haya que presentar una reclamación.
El abuso de la propina por la bombona
Se ha generalizado
el cobro por parte de numerosos repartidores de bombonas de una cantidad
añadida, en concepto de propina, al precio establecido oficialmente por este
producto. Los usuarios suelen abonar esta cantidad por desconocimiento del
precio real de la bombona o por evitar el enfrentamiento con el repartidor, sin
embargo debemos saber que estamos ante una práctica irregular.
Si nos exigen el pago de una propina por la entrega de
la bombona, ¿qué podemos hacer?
Los distribuidores
autorizados tienen la obligación de suministrar el producto en la puerta del
domicilio del consumidor por el precio oficial publicado en el BOE, siendo la
propina un acto voluntario por parte de los usuarios, es más estos tienen
derecho a que le devuelvan íntegramente el cambio, aunque este sea 1 céntimo.
Si somos víctimas de
este abuso, podemos denunciar al repartidor ante nuestro distribuidor
autorizado, y si éste no aplica las medidas oportunas para la corrección de la
situación, ponerlo en conocimiento Repsol o Cepsa, según corresponda.